El debate tuvo un enfoque en los Derechos de la Niñez y, contó con las exposiciones de Elizabeth Patiño, ex Vice Ministra de Niñez de Bolivia y; Sara Oviedo, ex Vicepresidenta del Comité de Derechos de la Niñez de Naciones Unidas. Junto a ellas, comentó el abogado y académico Carlos Margotta, Presidente del Comité Chileno de Derechos Humanos, en un interesante y ágil diálogo que moderó David Órdenes, Presidente de Corporación La Caleta y facilitador del Movimiento MOVILIZÁNDONOS.
El encuentro, que convocó a más de 50 personas y se desarrolló el martes 15 de diciembre, fue impulsado por la Plataforma TDH Chile*, que articula a diversas organizaciones que trabajan por los derechos de la niñez en nuestro país, apoyados por la agencia de cooperación terre des hommes (TDH Alemania).
En la ocasión, el y las panelistas coincidieron en la importancia y oportunidad de que la nueva Constitución de Chile, reconozca los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes que viven en el país, estableciendo robustas bases para garantizar todos sus derechos, así como para su restitución en caso de ser vulnerados.
“Otro elemento es recoger la diversidad maravillosa. No hay solamente niños urbanos, sino a nivel cultural, interétnicas, tienen que estar plasmadas como un derecho… no podemos dejar de lado la interculturalidad”, observó Elizabeth Patiño.
Pero, además, se requiere que la Constitución de forma transversal asegure las condiciones para avanzar en una cultura de respeto y protección integral de los derechos de las niñeces y adolescencias, siendo el principio del Interés Superior del Niño/a esencial para marcar el rumbo.
“Hay importantísimos retos, no sólo con niñez y adolescencia, sino con las condiciones que se crean para que se pueda conseguir y garantizar el ejercicio de derechos de los niños, niñas y adolescentes… que quiere decir que el Interés Superior tiene que ser aplicado en todos los niveles de autoridad, en todos los ámbitos de la sociedad y de la vida de las personas por sobre el resto de las cosas y las personas”, señaló Sara Oviedo.
También, se subrayó la importancia de contar con la participación de niños, niñas y adolescentes en el proceso constituyente. Y, aunque no puedan integrar oficialmente la Convención Constituyente, es fundamental que su opinión esté genuinamente representada, por lo que se hace necesario un fuerte trabajo de participación en procesos comunitarios e incidencia desde las organizaciones de la sociedad civil.
“Creo que este es el elemento fundamental que se tiene que destacar: se tiene que hacer contactos, hay que buscar alianzas estratégicas, con personas que estén realmente comprometidas con los derechos de la niñez”, señaló la ex Vice Ministra de la Niñez de Bolivia.
En la revisión de los procesos constituyentes de los países latinoamericanos, se destacó la participación de las y los niños, niñas y jóvenes trabajadores bolivianos, que hicieron valer su posición de que no querían ser ilegales, sino garantizar que no fueran explotados ni vulnerados en sus derechos y; la determinación del voto a los 16 años para las y los adolescentes ecuatorianos.
Carlos Margotta, por su parte, no sólo reafirmó la necesidad de reconocer y garantizar los derechos de niños, niñas y adolescentes, sino que relevó el trabajo de las organizaciones de infancia que durante 30 años han exigido que el Estado chileno promulgue una Ley de Garantías y Protección Integral de la Niñez para que la Convención de Derechos del Niño/a, ratificada por Chile en 1990, sea una realidad.
“Los derechos que se encuentran consagrados en la Convención de Derechos del Niño, pero lamentablemente que después de 30 años, al igual que ha ocurrido con un conjunto de otros instrumentos internacionales que el Estado de Chile ha ratificado durante estos años, no se ha traducido en su debida aplicación. Y, el momento constituyente es el indicado para avanzar en esta dirección”, argumentó el Presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos.
Junto a ello, indicó que “la nueva Constitución no se empieza a escribir sobre la base de una hoja en blanco, sino que se empieza a redactar -y esa la obligación que tienen los convencionales- sobre la base referencial obligatoria que son los Derechos Humanos consagrados en distintos tratados internacionales de DDHH que el Estado de Chile a suscrito y ratificado. Ese es el marco referencial”, ya que lo que se plasme en la Constitución, “…influye en el modelo de sociedad a la cual aspiramos chilenos y chilenas y, en general, los habitantes del territorio chileno, porque hay que incorporar también a los migrantes y por cierto al pueblo nación mapuche”, complementó Margotta.
* Plataforma TDH Chile: ONG La Caleta, Red de Centros de Educación Comunitaria (Red CEC), Movimiento Movilizándonos y ONG Raíces.