Disminuir el miedo, la ansiedad y el sufrimiento. Ése fue el objetivo que se plantearon los profesionales del Hospital Luis Calvo Mackenna al darse cuenta de la necesidad de entregar una salud de calidad, pero a la vez cercana y amigable con los niños y niñas. 

A seis años de implementarse en Chile, Hospital Amigable, modelo de atención en salud creado en Inglaterra, y basado en el respeto por los derechos del niño, celebra un nuevo aniversario con la presencia de ONG Raíces, y de distintas  organizaciones amigas.

La iniciativa, única en el país, ha instalado el juego y el aprendizaje como estrategias estables en el centro hospitalario, transformando la mirada de los funcionarios y logrando que menos niños y niñas resulten dañados a causa de la atención de salud, experiencia que en muchos casos suele ser traumante.

Compartir Alegría

“Hay lugares donde la gente no se mira, ni sonríe”, dice Carolina Mora, una de las cientos de mamás que tienen que dedicar parte de su vida a correr de hospital en hospital por las enfermedades de sus niños. Matilda, su hija de 11 meses, padece una fisura velopalatina. Sin embargo, a diferencia de lo que ha visto en otros lugares, la experiencia en el Calvo Makenna ha sido distinta.

“Sobrellevar una enfermedad es para nosotros y para los niños una carga emocional y energética súper fuerte; por lo que llegar acá y ver que existe una instancia para compartir alegría, y para ver esto no como algo tan terrible, es sin duda de gran ayuda”.

Es que encontrarse con juegos, música y muros pintados no deja de sorprender a las familias y de sacarles una sonrisa a los niños y niñas que llegan hasta el Luis Calvo Mackenna. “Cuando operaron a mi hija aparecieron dos payasos tocando guitarra. Yo no sabía si reir o llorar. Me cambiaron el switch altiro. Por un momento me sacaron de la angustia en que estaba”, dice Carolina.

María de la Luz Mora, Jefa del Departamento Psicosocial del Hospital, dice que para ellos “eso es impagable. Nosotros notamos esa disminución de la anisedad y la angustia. Y si bien ha sido un proceso largo de adaptación, es impagable que sientan el hospital como un lugar más amigable. De ahí nuestra preocupación por integrar el enfoque de derechos en la atención y por generar este cambio cultural”.