La Trata de Personas es una de las peores formas de violencia, constituyendo una forma de esclavitud, ya que no sólo se engaña y desplaza de lugar a las personas, sino que se les niega sus derechos y dignidad.
“Es la captación, transporte, traslado, acogida o recepción de personas, ya sea dentro o fuera de las fronteras de un país, recurriendo a la amenaza, el uso de la fuerza u otras formas de coacción al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación”, define el
Protocolo de Naciones Unidas Contra la Trata de Personas.
Del total de víctimas, tres cuartos corresponden mujeres y niñas, la mayor de las veces tratadas para explotación sexual. Pero también existen otros tipos de Trata, como la laboral o para cometer delitos, servidumbre, comercialización de órganos, entre otros, convirtiéndose en un “negocio” que maneja billones de dólares en el mundo.
Sólo en América, el 27 por ciento de las víctimas son niños niñas o adolescentes. Y en continentes como África y en Medio Oriente, llegan a la alarmante cifra del 68 por ciento, según informa la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
Cada año millones de niños, mujeres y hombres de todas las regiones del mundo son engañados y explotados a través de la trata de personas y, con ello, su esperanza es robada.
Es por ello que este año Naciones Unidas celebra el primer Día Mundial contra la Trata de Personas este 30 de julio.
“Para poner fin a los traficantes debemos cortar los canales de financiación e incautar activos. Insto a todos los países a que ratifiquen y apliquen plenamente la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y su Protocolo sobre la Trata de Personas”, llamó Ban Ki-moon.
Junto a esto, el Secretario General de la ONU relevó la importancia en la cooperación transfronteriza. Pero alertó de que es prioritario atacar las causas más profundas que propician la existencia de la Trata de Personas.
“La pobreza extrema, las desigualdades muy arraigadas y la falta de educación y de oportunidades crean las vulnerabilidades que son explotadas por los traficantes. En última instancia, la mejor protección es acelerar el desarrollo para todos”, enfatizó el máximo representante de Naciones Unidas, que concluyó su mensaje convocando a abrir “los ojos ante este delito y abramos nuestros corazones a las víctimas. Ha llegado el momento de decir no a la trata de seres humanos”
CAMPAÑA PARA DAR ESPERANZA
En este primer Día Mundial contra la Trata de Personas, Naciones Unidas está animando a la gente de todo el mundo a ayudar simbólicamente a devolverles la esperanza a sus víctimas.
El llamado es a unirse a la campaña #doyesperanza y mostrar la solidaridad hacia las víctimas de la Trata de Personas; y a enviar a través de las redes sociales el “Corazón Azul”, símbolo de la lucha contra la trata de personas.
Para "dar esperanza" se pide compartir imágenes de sí mismos o en grupo con otras personas de sus trabajos u organizaciones, haciendo el gesto de reconocimiento internacional de las dos manos que forman un corazón; y usando el hashtag #igivehope (#doyesperanza).
CHILE ENFRENTA LA TRATA, PERO CON TAREAS PENDIENTES
En Chile la Trata de Personas hace años también es una realidad, manifestándose tanto como dentro del territorio nacional con chilenos y chilenas como con inmigrantes, siendo país de origen, tránsito y destino de hombres, mujeres y niños/as, que al igual que en otros lugares del mundo, son tratados con fines de explotación sexual o laboral.
En los últimos años, se han logrado algunos avances para hacer frente a la Trata de Personas.
Desde 2011 Chile cuenta con la Ley 20.507, que criminaliza la Trata de Personas para propósitos sexuales y laborales, estableciendo condenas de entre 5 y 15 años de prisión.
Por otra parte, se ha reactivado la Mesa Intersectorial Contra la Trata de Personas, creada el año 2006 y coordinada por el Ministerio del Interior. Esta instancia reúne a todos los estamentos gubernamentales y algunas organizaciones de la sociedad civil. Y se han realizado diversos esfuerzos en prevención mediante campañas tanto para la trata, como contra la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes (ESCNNA), otra de las caras de este delito.
Pero como no se trata de un delito simple, sino que maneja una compleja cadena delictual, con grupos delictivos tanto nacionales como transnacionales, los esfuerzos también se han enfocado en alianzas entre Organizaciones No Gubernamentales, organizaciones internacionales y Estado.
En la acción contra esta grave forma de violencia y vulneración de derechos, se formó el Grupo de Trabajo Contra la Trata de Personas, que ha coordinado esfuerzos de una treintena de embajadas, organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil, como Corporación Humanas, Ciudadano Global, INCAMI, ONG Paicabí y ONG Raíces. Esta alianza fue creada el año 2011 y ha desarrollado diversas acciones de sensibilización y prevención de la Trata de Personas.
Chile también es parte del Comité Latinoamericano contra la Trata*, cuya herramienta de acción es el Observatorio Latinoamericano (ObservaLAtrata), constituido por 15 Capítulos nacionales: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana. El capítulo Chileno conformado por la Facultad de Sociología de la UAH, el programa Prisma de la UAH, Corporación Humanas, Ciudadano Global y ONG Raíces, siguiendo las directrices del Comité latinoamericano.
Denisse Araya, directora de ONG Raíces, valora los avances desarrollados en Chile, pero es enfática al señalar que aún hay tareas pendientes.
“Si bien valoramos los avances en el país, hoy día queremos relevar que, a pesar de la ley, aún tenemos desafíos pendientes para la efectiva protección, restitución de derechos, recuperación e indemnización de las víctimas”, indicó Araya.
Junto a esto, se requiere una coordinación efectiva con otros Estados, así como explicitar en el Plan de Acción el acceso de las víctimas al derecho a la salud (detallando prestaciones). La asistencia a víctimas debe incluir medidas integrales de reparación, incluyendo la restitución, compensación, satisfacción, rehabilitación, reparación del daño y garantías de no repetición. Especial importancia adquiere el garantizar la indemnización económica, la habilitación laboral e inserción laboral y social de quienes fueron objeto de trata, tanto como a la educación y a permanecer en Chile si así lo desearan.
“Esto es en cuanto a los derechos migratorios, que si bien están incluidos en la actual legislación, no se aplican. Para tales efectos, es importante que el Proyecto de Ley de Migrantes, presentado al Congreso por el ejecutivo el 2013, contemple normas especiales que garanticen estos derechos para las víctimas de trata”, sostuvo la directora de ONG Raíces.
En el mismo sentido, tras una reunión sostenida por el Grupo de Trabajo Contra la Trata de Personas con la Presidenta del Senado, Isabel Allende Bussi, en junio de este año, la senadora se refirió a los vacíos legales de los que debe hacerse cargo en Chile.
“Tenemos una ley vigente desde 2011, pero no contempla políticas de prevención y reparación, que son extraordinariamente importantes. Al día de hoy, esas son las grandes falencias en nuestra legislación. Por ello es urgente avanzar en esta materia, dado que nuestro país es receptivo de migrantes. Además, estamos inmersos en un proceso de desarrollo, que nos exige un apoyo integral en materias de derechos humanos”, expresó Allende.
Otro aspecto en que se debería avanzar, según Denisse Araya, es la formación constante a funcionarios de los distintos estamentos y mayor prevención en campañas permanentes -desde un enfoque de derechos humanos- de sensibilización y programas educativos en escuelas sobre Trata; “y también contra la discriminación hacia inmigrantes y violencia hacia las mujeres, que son factores estructurales de la Trata”, observó.
Además, se requiere una mayor profundización sobre esta grave vulneración de derechos, es “urgente que se efectúen a la brevedad investigaciones cuantitativas y cualitativas sobre la trata interna, que abarquen las distintas realidades regionales y la transfronteriza”, agregó la directora de ONG Raíces.
* El Comité Latinoamericano Contra la Trata es “un espacio independiente de articulación de diversos actores que, desde un enfoque de derechos humanos, género, generacional, movilidad humana, interculturalidad y acceso a la justicia procura la producción colectiva de conocimientos para incidir en la prevención, persecución, erradicación de la trata y tráfico de personas en el continente y la protección integral de sus víctimas. Tiene como objetivo general construir espacios de investigación, encuentro y diálogo de la realidad latinoamericana sobre trata y el tráfico de personas, entre organismos de la sociedad civil y académicos de universidades en interlocución con instituciones del Estado en cada país.”
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