Para Francis Valverde coordinadora ejecutiva en ACHNU (Asociación Chilena de Pro Naciones Unidas) “unir la reflexión académica con la reflexión que se realiza en el terreno, en la práctica concreta de las instituciones que trabajan por los derechos de los niños y niñas lo consideramos un elemento fundamental y fue lo que nos motivó para trabajar en esta línea”. 

Una de las ponencias estuvo a cargo de ONG Raíces, Organización No Gubernamental (ONG) que entre sus áreas de trabajo aborda la compleja temática de la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes. En el panel, se compartió la experiencia obtenida de su programa “Familia”, que tiene como objetivo la cooperación y apoyo en la intervención familiar; y que se desarrolla en los dos centros de acogida donde se realizan reparaciones del daño ocurrido a niños, niñas y adolescentes víctimas de explotación. 

“Presentamos todo lo que fue el despliegue de las estrategias, las actividades que hicimos, cuáles fueron nuestros resultados, los aprendizajes y desafíos que surgieron de esta experiencia”, relató Lorena Poblete, directora técnica del programa, agregando que ello ha permitido obtener indicadores para evaluar de cómo impacta la intervención familiar.

“Pero no cualquier intervención familiar sino una intervención basada en el vínculo, en el enfoque de recursos y capacidades, más allá de verlas como simples vulneradoras, sino también poner el acento en la interacción entre los niños y sus familias como el foco donde poder intervenir”, explicó la representante de ONG Raíces. 

A pesar de que hace más de veinte años Chile pertenece a los países que ratificaron la Convención Internacional de Derechos del Niño, Niña y Adolescente (CIDN), nuestro país aún no cuenta con una ley adecuada a sus requerimientos, ya que la actualmente vigente data del año 1967: la llamada “Ley de Menores”, que se enfoca principalmente en temas de criminalización. 

Contar con una Ley de Protección Integral de Derechos de la Niñez es una de las principales deudas y tareas que tenemos como país, sostuvo David Órdenes, coordinador del Movimiento Movilizándonos, que agrupa a más de 300 organizaciones para promover la existencia de dicha normativa y que participó en el Congreso de Niñez. 

En el año 2012 se presentó ante el Parlamento una propuesta de Ley para la Protección Integral de Derechos de la Niñez, que todavía no ha sido aprobada. 

“El primer desafío legal es lograr una Ley de protección integral de derechos para todos los niños y niñas que viven en Chile. Esto a corto plazo con los recursos necesarios para que se implemente un proceso de promoción de derechos desde la base social. En segundo lugar – y no menos importante, al contrario- mecanismos de participación de la niñez no sólo en lo que les afecta, sino en todos los procesos donde su vida opera y comparte”, expresó David Órdenes, también director de la ONG La Caleta. 

En ese mismo sentido, los niños, niñas y adolescentes que participaron en la jornada, emitieron una declaración en la que manifestaron que es “necesario que se valide nuestra voz para cambiar la mirada adultocéntrica, y de esta forma construir democracia”. 

El Congreso de Niñez, finalizó con la presentación de niños, niñas y adolescentes que expresaron a través del canto, danza y teatro, sus demandas y derechos bajo el lema “La tierra es de todos, las ganancias de pocos”, llamando con esto a la reflexión y acción de los asistentes. (ONG Raíces/2014).